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En 1987 llega a Chile desde Alemania el enólogo Heinrich Männle con la firme intención de seguir desarrollando la actividad vitivinícola que con éxito logró su padre en la Viña Weingut Andreas Männle, en su país de origen. La empresa familiar nació a comienzos del siglo XX y, prestigiosamente, se ha mantenido en pie hasta el día de hoy en la ciudad de Durbach, Alemania. Una vez establecido en Chile, el enólogo Alemán comenzó a trabajar en la fabricación de alcoholes como el destilado de frutas, licores, vinos y sus distintas variedades, cuya receta se ha ido labrando en favor del tiempo, conocimiento y experiencia. La idea principal del Heinrich siempre fue mantener la tradición de su origen europeo y, sin ninguna duda, decidió patentar su trabajo al fundar su propio negocio familiar, la Viña Männle.
Tras un intenso estudio de las regiones viñateras del país, Heinrich Männle decidió instalarse en la zona centro sur de Chile, específicamente en Bulnes, el corazón vitivinícola del Valle del Itata. Actualmente, la viña se abastece de uva que proviene de dos sectores geográficamente diferentes. Ubicado a veinte kilómetros del océano pacífico y en una de las laderas de la cordillera de la costa, se encuentra Guarilihue, zona que gracias a su influencia marítima hace que sus temperaturas sean ideales para obtener cepas como la Pinot Noir, Moscatel de Alejandría y Cinsault. Y desde Quinchamalí, zona ubicada en plena depresión intermedia, que se caracteriza por sus elevadas temperaturas y las condiciones climáticas óptimas para la obtención de cepas como la Carmenere, Cabernet Sauvignon, Sirah y Petite Verdot.
